SEGUNDO AVANCE

La estrategia a trabajar que se utilizará para desarrollar la escritura estará basada en el método de escritura del libro “Síndrome de Down: Lectura y Escritura. De María Victoria Troncoso y María mercedes del cerro (2004).” Esta estrategia consiste en que el alumno desarrolle las habilidades perceptivas y motrices realizando en primer lugar,  trazos de todo tipo de líneas, dando inicio a ejecutar el trazado de cada una de las letras del alfabeto mediante punteo o unión de grafías en silabas, generando en el estudiante  la formación de primeras palabra y frases a través de la práctica y el aprendizaje, fomentando la escritura en síndrome de Down a partir desde los 7 a 9 años de edad. 

Para desarrollar esta estrategia se comenzará trabajando con el estudiante actividades manipulativas que favorezcan la destreza de sus manos, utilizando diversos materiales concretos donde puedan realizar “ejercicios de meter, sacar empujar, tirar, enfilar, rasgar y amasar, para que se desarrolle la precisión, la fuerza, coordinación, control de la tensión y la relajación” (Cerro, 2004). 

Es importante que se desarrollen este tipo de actividades, porque así se da un énfasis a la estimulación de su motricidad fina, la cual es fundamental en el proceso de la escritura, ya que se centra en realizar diversos movimientos los cuales son precisos para que adquieran una mayor coordinación óculo-manual (ojo-mano). Además es importante mencionar que “la motricidad fina guarda estrecha relación con resto del cuerpo, por lo que es indispensable para el logro adecuado, un posterior desarrollo de la actividad manual en general y de la escritura en particular” (Risueño., 2007). 

Acá se pueden ver fotografías las cuales reflejan la estimulación de la motricidad fina en los niños con síndrome de down. 

 

Luego, se comenzará a trabajar todo tipo de trazos  de  líneas, donde se “practica el movimiento rotacional parcial con su mano y dedos en el trazado de curvas. Se inician movimientos rotacionales completos en el encadenamiento de los trazos en espiral, los cuales le servirán para practicar los cambios de dirección o giros hacia la izquierda” (Cerro, 2004).

Los trazos que más debiesen ser practicados debieses ser los trazados de ángulos y cuadrados, ya que presentan cierta dificultad en el cambio de dirección, por lo que se pone énfasis en el enseñar al niño a que no debe levantar el lápiz.

Para trabajar la enseñanza de letras, sílabas y palabras, se trabaja de una forma semejante a través de punteos, en donde se debe trazar estos puntos según la forma de la letra, como por ejemplo:

Se comienza a trabajar con el nombre del niño, el cual se encuentra destacado con un color llamativo, en donde el estudiante con ayuda del docente, debe repasar con su dedo índice su nombre, haciendo el ejercicio de desplazamiento y movimiento para poder simular la escritura, evitando que levante su dedo.  Si realizamos este ejercicio el niño tomará conciencia del proceso que está realizando el cual es fundamental para motivarlo a la escritura, como se menciona en el libro Síndrome de Down: Lectura y escritura.  “Poco a poco, el niño se da cuenta de que no se trata de dibujar, sino que es necesario trazar de un modo determinado. Después del ejercicio de repasar por encima, se le puede decir al niño que lo copie. Al principio le saldrá sólo un garabato ilegible, pero el movimiento de desplazamiento con las subidas y bajadas imitando la acción de escribir su nombre, es un buen ejercicio de entrenamiento”(Cerro, 2004).

A continuación se comienza a trabajar con el estudiante, el trazado de vocales, destacando el ejemplo de esta con un color llamativo, diferente al lápiz común que se utilizará para llevar a cabo este ejercicio, siendo estas grande y claras para que el estudiante tome conciencia de la dirección que debe seguir. “Debajo de cada letra se escribe otra del mismo tamaño, con líneas de puntos. Puede usarse otro color y grosor para trazarla. Se señala con un punto grueso, que destaque bien, el sitio exacto en el que hay que apoyar la punta del lápiz para iniciar el trazo”  (Cerro, 2004).

Y así sucesivamente con las demás vocales y luego consonantes, con el trabajo previo de repasar cada una con el dedo para guiar el movimiento y desplazamiento previo de la mano al sujetar el lápiz para desarrollar el ejercicio.

La primera fila que se trabajará con este tipo de ejercicios se ocupará con el modelo que establece el profesor; las siguientes filas, están enfocadas para que el estudiante se guíe a través de punteo para que después en una tercera fila, el estudiante sea capaz de realizar la vocal y/o consonante sin la ayuda gráfica, con el fin de que pueda demostrar que trascribe la letra representada en el modelo son la ayuda guiada de punteos. 

“Algunos niños con síndrome de Down pueden aprender mejor a trazar las letras y a escribir con papel cuadriculado. Los cuadritos, si se ven bien y son de un tamaño adecuado, (5 ó 6 mm. de lado al principio y nunca menores de 4 mm.), pueden ser una buena referencia para el tamaño y anchura de cada letra y para la separación entre unas y otras. La cuadrícula es una gran ayuda para tener mejor letra” (Cerro, 2004).

Para trabajar la escritura de sílabas, no es preciso esperar a que el niño haya aprendido a trazar todas las letras del alfabeto para enseñarle cómo se hacen los enlaces y cómo se forman las primeras sílabas, ya que una vez aprendido una consonante, esta se puede mezclar con variadas vocales ya aprendidas y así sucesivamente con las demás, con el fin de que pueda interiorizar y trazar las sílabas de forma casi automática, generado en el estudiante que más adelante pueda escribir con facilidad “Cuando oye una palabra, percibe los sonidos de las sílabas y no los de las letras aisladas. Al mismo tiempo que la oye, asocia esa palabra con la imagen visual de la misma que ha aprendido a reconocer con el método de lectura. Por este motivo insistimos en la conveniencia de que el niño se ejercite mucho enlazando letras para formar sílabas, aunque haya que dedicarle bastante tiempo a esta tarea. Con suficiente práctica, el niño evocará con rapidez las formas gráficas que corresponden a los sonidos y adquirirá la habilidad manual suficiente para trazarlas con soltura”. (Cerro, 2004)

Al comenzar con las palabras, es importante que el estudiante pueda repasar y copiar aquellas palabras que contengas sílabas repetidas, como por ejemplo “mamá y papá”, sucesivamente con palabras fáciles de tres letras, como “pan y sol”, siendo este tipo  de palabras con los que comience a escribir, con y sin modelos a seguir.

Durante el proceso de aprendizaje de la lectura, previo a la escritura, el estudiante va interiorizando sílabas, completando y formando palabras, por lo que estas a medida se van interiorizando y se van practicando cuando se comienza a escribir, complementando este aprendizaje al momento de formar palabras escritas.

"Desarrollar la escritura, a través de variadas actividades en relación a  vocales, consonantes, sílaba y palabras, representadas en líneas punteadas, para potenciar el desarrollo y aprendizaje de esta habilidad en estudiantes con Síndrome de Down."

1. Realiza actividades de correspondencia uno a uno a través de tipos de trazos de lineas punteadas, estimulando así la motricidad fina. 
2. Desarrolla actividades que estén basadas en la escritura de grafemas, utilizando trazos  de líneas punteadas, en fichas lúdicas. 
3. Utiliza material complementario para desarrollar la habilidad de escritura, poniendo énfasis en las vocales, consonantes, sílabas y palabras. 

Esta estrategia potencia la escritura de nuestros estudiantes, debido a la organización del paso a paso para trabajar con ellos, comenzando en primer lugar con la motricidad fina, siendo este un paso primordial, debido a la hipotonía que presentan nuestros estudiantes. Es de gran importancia realizar un trabajo previo a la escritura basándose en la estimulación de la motricidad fina, ya que es aquí donde los niños son síndrome de down aprenden a tener un mejor agarre del lápiz para comenzar a dibujar libremente, o a trazar líneas, entre otros.

Esto otorga al estudiante un trabajo previo para incentivarlo hacia la escritura, complementando este proceso con trabajos especializados apoyados por la docente, la cual guía este proceso de aprendizaje apuntando a lo significativo. En segundo lugar se pretende trabajar desde lo más simple a lo más complejo, comenzando con las vocales y consonantes, además de sílabas y palabras que serán reproducidas con y sin modelos que los guíe a plasmar esta escritura.

Consideramos esta estrategia  importante para un futuro proyecto laboral, ya que se respalda y se comprueba por la escritora Victoria Troncoso, quien plasma en su libro “Síndrome de Down: Lectura y escritura” el paso a paso para enseñar a nuestros estudiantes que presenten este síndrome el proceso de la escritura, generando en ellos un aprendizaje significativo y logrando buenos resultados, el cual se puede poner en práctica en un furo laboral dentro del aula. 

Dato Importante: Como uso alternativo, para facilitar el proceso de la escritura en niños con síndrome de down, se utiliza un lápiz el cual está adaptado para cada estudiante, amoldándose a la forma de mano característica de ellos (palma corta y ancha con dedos cortos). 

 

        Bibliografía

· Cerro, M. V. (2004). Síndrome de down: Lectura y escritura. . Cantabria: Porto Editora.

· Risueño., I. M. (2007). El juego en el aprendizaje de la escritura. Buenos Aires: Bonum.

·Tapia., A. C. (2003). Como Desarrollar El Razonamiento Logico Matematico. Santiago: Editorial Universitaria S,A.